Caficultura

Cinco aportes ambientales de la Certificación SCF

La Certificación Sustainable Coffee Farm (SCF) no solo asegura buenas prácticas agrícolas, sino que también se traduce en beneficios ambientales medibles y sostenibles. Su impacto se manifiesta en cinco vertientes fundamentales:

  1. Calidad de suelos
    El manejo integrado de sombra, abonos orgánicos y coberturas vivas mejora la estructura del suelo, aumenta su fertilidad natural y reduce la erosión, garantizando cafetales más productivos y resilientes.

  2. Captura y fijación de gases de efecto invernadero
    Los cafetales bajo sombra funcionan como verdaderos sumideros de carbono. Los árboles y arbustos asociados contribuyen a capturar CO₂ de la atmósfera y fijarlo en biomasa y suelos, apoyando la lucha contra el cambio climático.

  3. Conservación de biodiversidad
    La diversidad de especies arbóreas y frutales en las fincas SCF crea hábitats para aves, insectos polinizadores y fauna silvestre, fortaleciendo los equilibrios ecológicos y protegiendo la riqueza biológica del país.

  4. Generación y calidad del agua
    Los sistemas agroforestales de café mejoran la infiltración, recargan los acuíferos y regulan el caudal de ríos y arroyos. Al mantener coberturas forestales sanas, se reducen la sedimentación y la contaminación de las fuentes hídricas.

  5. Belleza paisajística
    Los cafetales bajo sombra aportan al atractivo visual de las montañas, generando paisajes verdes, biodiversos y culturalmente valiosos que fortalecen la identidad rural y abren oportunidades para el ecoturismo.

Con estas cinco dimensiones, la Certificación SCF demuestra que la producción de café puede ser motor de ingresos para las familias y, al mismo tiempo, un aliado estratégico en la conservación ambiental.

 

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